Historia del acordeón diatónico

    El origen de los instrumentos de lengüeta libre, como el acordeón, está en el sheng, un órgano de boca chino que se inventó alrededor del año 2700 a.C. y que aún se usa en la actualidad. Está formado por unos pequeños tubos de bambú, con lengüetas libres, introducidos en una calabaza hueca que hace de cámara de aire, soporte, y caja de resonancia.

Sheng

1821 Buschmann fabrica en Berlín la Mundarmónika (Aura), colocando una serie de lengüetas en hilera. Ese mismo año su hijo inventa la Andolina (Handaeoline) al incorporarle un fuelle.

Aura
1828 Buschman perfecciona su Aura e inventa la armónica.

1829 Cyrill Demian patenta en Viena el acordeón (accordion). Consiste en una pequeña caja de 22 x 9 x 6 cm. bajo la cual se sujetan las lengüetas metálicas. Tiene un fuelle y cinco teclas que al ser pulsadas producen dos acordes: uno al abrir el fuelle y otro al cerrarlo. (De ahí el nombre de acordeón).

Accordion
  Wheaston inventa en Londres la concertina,un instrumento hexagonal con fuelle y teclas. Era cromático pero no producía acordes, había que crearlos nota a nota.

Concertina

1831 Isoard Mathieu modifica el acordeón de Demian, sustituye los acordes por notas individuales, también bisonoras. Es el nacimiento del acordeón diatónico.

1841 Se fabrica el primer acordeón en España, obra del artesano Juan Moreno de Madrid.

1850 El alemán H. Band inventa el bandoneón, fruto del desarrollo de la concertina.

1854 Malhaus Bauer sustituye los botones por teclas y fabrica el acordeón de piano. Lo llamaban "el piano del pobre".

1897 Paolo Soprani patenta en Italia el acordeón cromático.

  El acordeón diatónico continuó evolucionando y se le incorporó un segundo teclado que permitía acompañar a la melodía con acordes. El siguiente paso fué la ampliación del primer teclado al que se le añadió una segunda fila de botones y posteriormente una tercera. El final del siglo XIX y principios del XX fué la época de fusión de modelos y creación de nuevos prototipos.

  El acordeón tuvo una gran aceptación y rápidamente se extendió por toda Europa e incluso América. En España el acordeón diatónico se hizo muy popular entre los músicos, era un instrumento de tamaño reducido que unía melodía y acompañamiento. Además no había que afinarlo. Fue tal su éxito que incluso relevó a otros instrumentos tradicionales en bailes y fiestas. Esta popularidad coincidió con un cambio en la música, al modernizarse con nuevos estilos, entre los que abundaban los bailes "agarrados".Y por supuesto el acordeón siempre asociado a ellos.

  La estricta moralidad de la Iglesia, no aceptaba estos bailes que empujaban a las jóvenes a caer en brazos de un hombre y pronto condenó al acordeón. Lo llamó el "fuelle del infierno". En Euskadi durante muchos años así fué como se llamaba a la trikitixa: "Infernuko hauspoa".

  A partir de la segunda mitad del siglo XX el acordeón diatónico comienza a caer en desuso (exceptuando en Euskadi, donde se mantuvo). Los músicos preferían el perfeccionado acordeón cromático.
  En Cataluña a punto estuvo de desaparecer en la década de los setenta, los instrumentos estaban en manos de acordeonistas de edad muy avanzada. Por suerte esto no llegó a producirse: Artur Blasco, Gaspar Viladomat y Josep Porta, fundan en 1975 la Asociación Arseguel i els acordeonistes del Pirineu, que se encarga de investigar y recuperar el instrumento. La noche del 2 de agosto de 1976 se celebra en Arsèguel el primer encuentro de viejos acordeonistas. Es el nacimiento del festival de acordeón diatónico más importante de Europa.

  Gracias al resurgimiento de la música folk de finales de los 70, el acordeón diatónico comienza una recuperación que aún perdura hoy en día. Curiosamente, la mayoría de estas nuevas experiencias musicales suceden en grandes núcleos urbanos, lejos de donde tuvo su máximo esplendor: los pueblos.